En el marco del 52° Aniversario de la fundación de la Asociación Hotelero Gastronómica de la Patagonia Central, la institución ve con mucha preocupación el contexto socioeconómico que los rodea, que sigue siendo igualmente de desolador –o peor- que el año pasado. Hoy no hay lugar para celebraciones, pero si para reivindicar el compromiso en el cual se afianzaron sus antecesores, el de alzar la voz por el sector hotelero y gastronómico, que es el más golpeado de esta pandemia.

Un sector conformado en su mayoría por pymes y empresas familiares, que emplea a miles de trabajadores, que a pesar del panorama incierto que les esperaba, desde un primer momento decidió dar lucha por el sostenimiento de sus establecimientos; se endeudó para poder ajustarse a todas las estrictas medidas sanitarias y cumplir con las obligaciones salariales, aún teniendo ingreso cero.

Ese mismo “sector” que hoy, después de quince meses, es el primero en volver a ser castigado por las restricciones, de forma intempestiva coartándole un derecho tan básico y constitucional como es el derecho al trabajo. Hablamos de un derecho propio de autosubsistencia tanto para las pymes como para los propios trabajadores.

Como ya se ha expresado en otras oportunidades, la Asociación no es ajena a la realidad sanitaria que nos aqueja y aboga siempre por el bien común de la sociedad, pero cree que tampoco debe desatenderse la cifra de establecimientos que han quebrado en este último año, que lamentablemente sigue creciendo, en paralelo a las estadísticas de Covid.

Este último tiempo de actividad ha sido prueba fehaciente de que el sector hotelero y gastronómico no es foco de contagio, por el contrario, propicia escenarios de reunión totalmente controlados y cuidados.

Es por ello que, la AEHGPC se une al reclamo de todas las filiales de FEHGRA del país y exigen que se tomen urgentemente nuevas medidas para frenar la emergencia sanitaria que no incluyan el cierre de nuestra actividad que está poniendo todo de sí para poder recuperarse, algo que será inviable sin el acompañamiento de nuestros representantes del sector público. Es imprescindible que el Gobierno entienda que nuestra situación es de extrema gravedad, que las pérdidas son de magnitudes históricas y que necesitamos apoyo a nivel económico, impositivo, tributario, laboral y herramientas de incentivo y de promoción.