Luego de conocerse el día 30 de septiembre el decreto provincial que imponía, sólo a restaurantes y bares cerrar sus salones comerciales limitándolos a realizar servicio de delivery y take away, el enojo y desconcierto del sector se tradujo en una campaña viral en redes sociales que llevaba el hashtag “No más sillas al revés”. La campaña gráfica al día siguiente se materializó generando todo tipo de repercusiones mediáticas y cientos de demostraciones de apoyo en redes sociales.
El 1 de octubre, una quincena de establecimientos gastronómicos, sacaron mesas y sillas a la vereda, y otros cortaron parte de la calle mientras hacían sonar sus cacerolas. Gerentes, mozos, lavaplatos, cocineros, todos juntos y unidos defendiendo sus puestos de trabajo.
La describieron como una estrategia disruptiva que debía estar a la altura del hartazgo y la desolación que sienten en el sector, muchos de los cuales off de récord aseguraban a los periodistas que si la medida no se levanta, esta vez irán por el cierre definitivo.
La imagen de las sillas «patas para arriba» como otros la denominaba a su paso, comenzó en Ciudad de Buenos Aires tras varios meses de tener cerrados sus locales y se fue replicando en distintas ciudades del país acompañada de la frase “cuando un bar sube las sillas sobre la mesa y las coloca al revés, el acto seguido es apagar las luces y cerrar las puertas”.
Hoy 2 de octubre fue el turno de los gimnasios y escuelas de danzas de visibilizar su reclamo, otro de los sectores más afectados, por lo que se decidió unir fuerzas y marchar por la calle San Martin hasta la puerta del Centro Cultural de Comodoro Rivadavia donde se realizaba una conferencia de prensa siendo recibidos al finalizar por el ministro de Seguridad del Chubut, Federico Massoni, quien se comprometió a elevar el petitorio de reapertura al Comité de Crisis de la Provincia aguardando una respuesta favorable.